En el vibrante universo de los cómics, el personaje de Joker siempre ha tenido un lugar destacado. Su personalidad única y su risa inconfundible han cautivado a millones, llevándolo a protagonizar numerosas historias, incluso su propio largometraje. Este film, lleno de giros y vueltas, ofrece una nueva perspectiva sobre el famoso villano, al tiempo que mantiene las raíces de sus orígenes en los cómics.
En una de las escenas más memorables, el Joker se encuentra en una sala llena de tragaperras de frutas en Mexico, reflejando el caos y la aleatoriedad que son tan característicos de su personaje. Los colores brillantes de las tragaperras, con sus icónicas imágenes de frutas, giran en un frenesí, creando un paralelismo visual con la trama impredecible del film. Es un homenaje a los cómics, y a la vez, una representación lúdica de la naturaleza juguetona del Joker.